sábado, 17 de enero de 2009

Lengua larga

La mayoría de veces no me controlo, opino, respondo, digo las cosas como las pienso, incluso cuento cosas que cualquier persona sensata no contaría; y la única afectada soy yo.

Me apoyo diciendo: no me importa lo que digan los demás, o al fin y al cabo es la verdad, no debemos ser hipócritas.
Me discuto diciendo: hago mal, me vendo sola, y si se malinterpreta?.

Al fin, quién soy yo para discutir mis propios actos?en vez de defenderme?, mejor digo no más, total, admiro a la gente que se burla de sí misma y que no esconde lo que hace (mientras no sea muy privado claro)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

aveces hablar de nuestras cosas es el deseo de escapar d la soledad de vivir con nosotros mismos

Miguel Rodríguez dijo...

Quién mejor que tú para ser juez y parte no?